Los turistas que acudan a Londres para ver los Juegos Olímpicos podrían regresar a casa con un indeseable recuerdo: los chinches.
La invasión de los parásitos puede adquirir proporciones semejantes a las de Sydney 2000, según previno un científico australiano. Entonces, miles de viajeros informaron de que a su regreso encontraron en las maletas ese tipo de insectos chupadores de sangre.
"Nuestro mensaje a los que visiten Londres es: 'Tengan cuidado y no los traigan a su vuelta'", dijo Cameron Webb, del hospital Westmead de Sydney. El gran movimiento de viajeros durante los Juegos fomenta la propagación de los parásitos.
Los chinches se mueven por los tejidos y se encuentran en habitaciones de hotel, trenes y barcos. No transmiten ninguna enfermedad, pero producen un gran picor. A principios de los años noventa, los chinches fueron considerados eliminados en la mayoría de los países occidentales. Pero tras la prohibición de algunos insecticidas, volvieron.
En los últimos tres años, miles de viviendas de Londres tuvieron que ser limpiadas de chinches por personal especializado. Según informa la emisora de radio y television BBC, la situación es cada vez peor.
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